UniDrøm: Morfología Audiovisual de los Sueños

UniDrøm es una técnica de animación digital, desarrollada por Ian Kornfeld, que busca emular y traducir al lenguaje audiovisual las formas, cadencias y evoluciones en el movimiento que experimentamos las personas durante los sueños nocturnos.


Objetivos:

Se ha realizado gran cantidad de obras audiovisuales referidas a los contenidos de los sueños, inspiradas en la inagotable riqueza narrativa que pueden proveer, e incluso más aún basadas en la simbología de los mismos. Pero son muchas menos las veces en que se han desarrollado postulados visuales referentes a la morfología audiovisual de los sueños, a la forma estructural más tangible y "física" de ellos.



Partiendo de considerar dicho análisis morfológico un terreno aún poco explorado en el campo audiovisual, creemos que a través de la búsqueda que propone la técnica UniDrøm es posible acercarse a una traducción, entendida como un análisis, suma y combinación de determinadas características universales de los sueños, aplicadas a la imagen de video digital.

Factores como tiempos, formas, cadencias, dibujos, texturas, colores, enfoques, lógicas, arbitrariedades y transformaciones de la imagen pueden ser representados y dosificados para hallar una suerte de promedio recursivo universal que evoque perceptualmente a las experiencias oníricas, intentando obtener igual efecto de identificación en todas las personas, más allá de la diversidad generacional o cultural existente.

Lo que propone entonces UniDrøm es desarrollarse como una herramienta técnica de autor que permita representar ciertas características propias de los sueños, al servicio de la obra audiovisual. No obstante deberemos entender aquí como obra audiovisual algo quizás más cercano a una experiencia que a una película.

UniDrøm no busca en ningún caso ser un efecto a ser usado en obras convencionales de cine o video, sino cargar sobre sí mismo un lenguaje audiovisual propio. Haciendo uso de la técnica, busca ahondar en un estilo que permite basarse por partes iguales en cimientos audiovisuales ya establecidos, como en los estudios sobre el idioma y la lógica de nuestros sueños.



Fundamentos:

Audiovisualmente, uno de los más ricos rasgos que podemos encontrar en nuestros sueños es que Forma y Contenido son una misma cosa. O mejor dicho, que responden a una misma cosa (nuestro inconciente) y funcionan en una suerte de tándem: el contenido es siempre sensible de ser modificado por la forma, y esta a su vez encontrará siempre variaciones marcadas por el contenido. Cada una depende sustancialmente de la otra, y si realmente hubiera que elegir entre las dos la más estructurada, por características morfológicas, o por sus propias limitaciones, pues entonces debería ser la forma.

Históricamente, tanto en el cine o el video, narrativo como experimental, pareció encontrarse la mayor riqueza audiovisual de los sueños en su contenido y en su misteriosa estructuración. La representación de la forma no parece haber sido tan considerada, y en la mayoría de los casos no es más que un mero trámite recursivo a ser usado como contraposición entre las imágenes oníricas y las diurnas: la convención de los bordes difuminados con una luz blanca invasiva, el clima enrarecido o la sencilla incorporación de algunos elementos absurdos parecieron suficientes para mostrar lo deseado: el contenido. Pues precisamente el contenido ES también forma, y la forma ES contenido. He aquí lo interesante de poder contar con un estudio morfológico que se traduzca en recursos audiovisuales.
Imaginemos la escena del sueño de una película: llegado un momento el rostro de un personaje se transforma en el de otro. El background técnico existente nos dice que estaremos indiscutiblemente frente a un efecto. Este podrá ser de mayor o menor calidad, resultar más o menos creíble, generar más o menos impacto en nosotros, pero seguramente no dejaremos de verlo como un efecto, un efecto especial en que un rostro se transforma en otro. Eso sucede en principio porque estas escenas han sido filmadas y postproducidas con la misma técnica con que han sido filmadas y postproducidas las escenas que no están ligadas a los sueños.

La técnica UniDrøm se basa en una selección y animación de fotogramas fijos o secuencias en movimiento que, a través de una obturación prolongada variable, busca llevar a experimentar una sensación cadencial y rítmica que remite a la onírica. La mayor parte de las personas vivenciamos los sueños, en tanto experiencias visuales, como un fluir continuo. No "vemos" lo que sucede: lo "creamos" en el acto, generando un devenir siempre incierto. En nuestros sueños no podemos percibir movimientos veloces: podemos "saber" que algo se ha movido velozmente, pero nuestra visión en sueños no "obtura" a la velocidad que lo hacen nuestros ojos abiertos, y ese es uno de los rasgos principales de la técnica UniDrøm: la obturación prolongada variable. Con ella -aplicada en postproducción- es posible generar piezas audiovisuales que admitan por su forma la inclusión de muchos de los elementos insondables y arbitrarios propios de los sueños. La transformación de un rostro en otro, de un objeto en un animal, o de un lugar en una persona son, dentro de la lógica y la estructura cadencial que la técnica brinda, tan admisibles y reales como casi cualquier otra posibilidad de imagen. Incluso las imágenes abstractas pueden tener el mismo valor que las imágenes figurativas, y el momento de la transición de una a la otra puede ser imperceptible.

Los dos principales niveles de inconciente, el individual y el colectivo (o universal), nos despiertan igual interés al momento de investigar y desarrollar los recursos para UniDrøm. Pero definitivamente hay una atención extra sobre el aspecto más universal del inconciente.
Por ello se ha generado un cuestionario tipo y se ha invitado a numerosos durmientes a dar sus respuestas. Dicho cuestionario, extenso y detallado, contiene preguntas como "¿Ves colores en tus sueños? ¿En qué momentos los puedes ver? ¿Puedes ver los rostros? ¿Puedes ver cómo están vestidas las personas? ¿Puedes ver movimientos veloces? ¿Alguna vez las acciones suceden menos o más rápido de lo normal? ¿Notas interrupciones? " etcétera.
Es innegable que cada durmiente es un mundo de formas y contenidos en sí mismo; pero a lo largo del tiempo que hemos dedicado a analizar el sueño como experiencia audiovisual (dentro de lo razonable, se entiende, ya que en definitiva no lo es), y fruto de las entrevistas realizadas, se ha ido recabando gran cantidad de datos y catalogando características comunes de los sueños, amén de la diversidad generacional y/o socio-cultural de los entrevistados.
En base a los datos obtenidos de los durmientes y al análisis permanente de la actividad onírica del propio desarrollador, fue posible ir arribando a una suerte de promedio y generar así las primeras imágenes animadas de video.
Estas primeras imágenes, producto de la incorporación, adaptación y refinamiento de ciertas cualidades perceptuales, obtuvieron concreta aceptación por parte de los durmientes, quienes pudieron identificar en ellas rasgos comunes a sus propias experiencias oníricas, e incluso reconocer y asociar la visualización de estos videos con el estado de ensoñación.